La Cámara Laboral rechazó las indemnizaciones derivadas de un despido para un trabajador que fue cesanteado de su cargo tras haber realizado una “broma” a un compañero atándolo con cinta de embalar en el depósito del local en donde trabajaban. Para los jueces, la conducta del actor “infirió una grave afrenta a la dignidad de un compañero de trabajo”, considerando que el despido fue “prudente”.
Los integrantes de la Sala IV de la Cámara Laboral, recharon las indemnizaciones otorgadas por el juzgado de primera instancia derivadas de un despido por haber realizado una broma pesada a un compañero de trabajo, atándolo a una silla en el depósito del trabajo, por un tiempo de entre 10 y 15 minutos. Según obra en la causa lo habría hecho con intimidación y contra la voluntad de su compañero.
Los magistrados explicaron que el actor no esgrimió ningún argumento que justificara su proceder e incluso desconociendo la existencia misma del hecho.
FALLO
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Despido justificado
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