El abogado constitucionalista Daniel Sabsay destacó este martes que la Justicia debe controlar el modo en que se toman las decisiones, pero no el fondo y se sumó a la postura de los expertos que señalan que el Congreso puede autoconvocarse para analizar los decretos de necesidad y urgencia.
En declaraciones a Radio 10, Sabsay destacó que “la Justicia debe controlar el modo en que se toman las decisiones, no el fondo. Sólo analiza si se cumplieron los requisitos previstos por la ley o la Constitución a través del funcionario competente”.
Con respecto a la controversia que se da en torno a la decisión de la jueza Sarmiento de ordinarizar el trámite, el constitucionalista dijo que “es correcta” y agregó que “nunca había visto que un camarista reciba la apelación un fin de semana sin habilitación de día y hora, pasando por la voluntad del magistrado competente para dictar la resolución”, que en este caso es Sarmiento.
Sobre la intención de la oposición de autoconvocarse, el experto señaló que “el hecho de que la Presidenta de la Nación tenga la potestad de convocar al Congreso a sesiones extraordinarias, no implica que el Congreso no pueda reunirse para efectuar controles cuando el caso lo amerite”.
“Los constitucionalistas más destacados consideran que el Congreso puede autoconvocanse porque es un poder tan permanente como el ejecutivo y el judicial. Además, cumpliría sus atribuciones previstas en el artículo 75 de la Constitución Nacional, y la decisión de reunirse durante el receso queda a determinación de órgano colegiado cuando tiene el quórum para hacerlo”, explicó Sabsay.
En caso de que el Gobierno se queje por invalidez de la autoconvocatoria ante la Justicia, el abogado resaltó que “la Corte Suprema –en última instancia- va a tener la oportunidad fantástica de definir los límites de los DNU, que son una herramienta maldita para nuestro sistema jurídico porque destruye al Congreso y transforma al presidente en autócrata”.
Finalmente, señaló que “para anular el DNU hay una zona gris. Parecería que con que sólo una de las Cámaras lo ratifique, se convierte en ley. Eso no es aceptable porque la convalidación debe provenir de las dos Cámaras”.
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