¿Te gustaría pasar unas vacaciones en Noruega hospedado en una habitación de 5 estrellas con unas vistas espectaculares y con todos los gastos pagados? ¿Sí? Tomá un avión, plantate en Oslo, comete un pequeño hurto y asegurate de que te atrapen. Con un poquito de suerte te mandarán unos días al centro penitenciario de nuevo cuño que acaban de inaugurar en Halden, una ciudad de 28.000 habitantes situada en el sureste del país y en cuyo diseño han participado empresas del calibre de Philips.
De entrada, las celdas son individuales y disponen de televisor de pantalla plana, baño y ventanas sin rejas. Además, las instalaciones cuentan con un moderno gimnasio, una biblioteca, una capilla, un campo de fútbol, una pista cubierta multiusos, una escuela e incluso -no estamos bromeando- un estudio de sonido. Todo sea por mejorar el proceso de resinserción a la sociedad de las personas que vayan a parar allí.
El complejo, se abrió el 1 de abril, y puede albergar a 252 presos, convirtiéndose en el segundo mayor de Noruega. Su diseño y construcción ha costado la módica suma de 160 millones de euros y no han dudado en gastarse otros 750.000 euros extras para contratar a un artista local llamado Dolk, que ha pintado una serie de grafitis al estilo Banksy en las paredes y muros del edificio.
Cuidado con ir a Oslo, entrar en un centro comercial y robar un CD de Los Pibes Chorros justo cuando el vigilante de seguridad te esté mirando. Eso, claro está, si es que encontrás un disco de ellos. Circunstancia harto improbable dado que no creemos que haya vendido una sola copia en el país nórdico en los últimos 20 años.
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